MUSEO DE LA VIVENCIA RELIGIOSA
DEL NORTE GRANDE
La
Tirana - Iquique, Chile
NOTAS
BÁSICAS DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL CARMEN
DE LA TIRANA Y SU CUSTODIA
El
presente texto constituye una serie de notas fundamentales acerca de las
imágenes veneradas de la
Virgen en el santuario, y de las diversas
formas de transformaciones y cuidados que han tenido. De ninguna forma acaba el tema,
sino que más bien plantea líneas para iniciar o continuar procesos de investigación,
comprensión y reflexión que puedan
contribuir a una mayor conciencia acerca de los cuidados de la tradición y su renovación en los nuevos y
desafiantes tiempos que vivimos. La imagen religiosa constituye una forma de representación de lo sagrado, y como tal, se transforman en “presencias” de quien representa
adquiriendo la materialidad de su confección una dimensión sagrada, cuya frontera entre lo
que representa y lo que es, son difusas.
En la
teología católica, la imagen como representación de lo sagrado, no tiene
veneración en sí misma, sino en aquello que representa. Esta
distinción es muy importante pues distingue los actos de veneración a la imagen, de las
formas de idolatría, y cuya principal crítica en este sentido, ha venido del mundo protestante.
La imagen es un “sacramental”
evocador de una realidad distinta, permitiendo al creyente
esa “cercanía” necesaria con esa realidad sobrenatural. La
imagen religiosa posee la
capacidad de generar diferentes formas de culto, en cuanto
a imagen guarda relación
directa con aquello que representa. En otras palabras, la
imagen religiosa, permite la
conexión, introducción
y permanencia en una realidad sobrenatural, y la memoria
permanente
en el tiempo y espacio profano, de una presencia sagrada. Todos los cuidados
hacia la imagen están en relación a valorar esta “memoria
sagrada” que contiene la imagen.
Existen
imágenes que generan formas masivas y comunes de devoción. Estas son las
imágenes veneradas y que el lugar donde se ubican se
constituye en centros de
peregrinación, con ritualidades propias que alcanzan su
momento culminante durante la
fiesta. En torno a estas imágenes se generan costumbres
propias de veneración, y se
establece una relación vinculante de “imagen -lugar - tiempo”
que la comunidad percibe
y adhiere. Esta triada vinculante permite que la imagen
contenga una historia que busca
dar explicación al acontecimiento de veneración de la cual
es objeto la imagen, pero que
no se
logra comprender. Surge en torno a la imagen la necesidad de conocer su origen, de
comprender los modos de relación que la imagen posee entre
memoria y presencia
sagrada. De esta forma pueden armarse distintos tipos de
relatos arquetípicos que
generan la comprensión del fenómeno religioso que ocurre
en torno a ella. Entre los
modos más recurrentes de explicación del porqué de la
veneración de una imagen
religiosa
tenemos:
- Aparición milagrosa en lugar.
- Elección prodigiosa del lugar
para la veneración de la imagen versus la opción humana.
- Formas de
vinculación de la imagen con acontecimientos sociales e históricos.
Todas
estas explicaciones se constituyen en “razones” que la comunidad esgrime y que
justifican tal situación de devoción. A lo anterior debe
agregarse el concepto de eficacia
sagrada que posee la imagen, al generarse a través de
ella, la “solicitud-respuesta” como experiencia religiosa
y creyente. La respuesta sagrada
ante la solicitud del devoto en
algunas
imágenes posee una alta eficiencia, otorgándosele a la imagen el valor de “milagrosa”.
Además de
lo anterior, también
debemos agregar otra
situación profundamente
vinculante: la afectividad.
Con la imagen
sagrada se generan
diversas formas de
vinculación afectiva, ligadas a una experiencia
comunitaria y personal. La imagen es
venerada, milagrosa, pero no sólo en el ámbito de una
aceptación como total de carácter
social; sino que lo es también a modo personal; y es
finalmente en esta experiencia
personal, donde se sostiene toda la experiencia religiosa
vinculante con la imagen
sagrada.
En el
santuario del Carmen de La Tirana, la presencia sagrada de la Virgen se guarda
en triada “imagen -lugar - tiempo” que se
experimenta como una experiencia religiosa afectiva
importante, en una ritualidad característica. Es en torno a la imagen venerada que una
multitud acude buscando esta vinculación sagrada a través de las imágenes sagradas
y de gran veneración que se guardan en el santuario. La advocación de la Virgen
María en su título del Carmen tiene en el santuario dos
imágenes veneradas con una misma identidad, y formas de funcionalidad diversas.
A. Imágenes veneradas
La
información referente a las imágenes veneradas de la Virgen en La Tirana, se
mezclan con
diversas variantes de tradición oral, y con la escasez
de datos escritos de la época acerca de los mismos. Considerando lo anterior, podemos
dar una mirada a la información
que contamos acerca de ellas.
A.1 Imagen “representante” o
peregrina
Esta es
la imagen venerada más antigua de la Virgen en el santuario. Es una imagen de vestir.
Tiene una altura de 1,20 m, y está confeccionada en la técnica de la tela
encolada con
una estructura interna de soporte en madera. La imagen en sus extremidades (cabeza,
manos y pies) está fabricada con la técnica
de la policromía. Toda su factura corresponde a la confección de
imágenes religiosas de los talleres del Cusco del siglo XVII.
Es muy posible que sea esta
imagen la primera veneración en la constitución del santuario andino de la
segunda del siglo XVIII. Antes ¿Hubo otra imagen?
Si
tenemos en cuenta que el desarrollo e influencia del santuario comienza a
ocurrir a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, podemos
inferir que el período anterior de un santuario y devoción más limitada al ayllu local, estaría
en relación a una imagen previa de la Virgen, de la cual no existe ningún
antecedente.
En algunos relatos orales
conservados en el poblado, se afirma que hubo una imagen de la Virgen que se
colocó en la tumba de la Ñusta, y que esa imagen era muy pequeña y que se
guardaba en una vasija de barro. (Cfr. Comunicaciones. Sra. Elena Vega ).
Otro relato afirma que la
imagen pequeña se puso dentro de la nueva imagen de la Virgen cuando llegó a La Tirana. En el interior de la
imagen del siglo XVIII no se encontró nada. Otros afirman que fue puesta
en el interior de la imagen grande.
La imagen
pequeña ha tenido una ritualidad muy importante en el proceso de la fiesta. Aquí tenemos:
- Sale en
procesión
- Se hacen con
ella los rituales de las cintas: Bajada y subida.
- Se lleva a las
misas de campaña (vísperas y día)
Esta
imagen ha recibido el nombre de “La representante” por representar a la imagen grande o
venerada en las ritualidades exteriores
del templo y también interior
como la “Subida
de la Virgen”͘ También “La peregrina” por las diversas salidas que ha tenido
fuera del poblado en diversas peregrinaciones por las ciudades del Norte
Grande.
Imagen “representante” o
“peregrina”
A.2 Imagen grande
La imagen
venerada constituye una talla en madera de comienzos del siglo XIX, muy posiblemente
de origen italiano. Tiene una altura de 2,05 m. La imagen es una talla policromada
tipo escultura con las características propias de la imagen del Carmelo: sentada
sobre una pequeña nube, con el Niño Dios afirmado a ella. Y constituye un conjunto escultórico con la
imagen de San Simón Stock.
La
presencia de esta imagen en el santuario no se encuentra documentada. De todas formas su presencia está
unida al templo del período salitrero que fue inaugurado el 16 de julio de 1886.
Respecto de su llegada, hay algunas narraciones provenientes de la tradición
oral. Aquí tenemos:
Relato A: Ligado a la Huayca y
familia de migrantes.
Se narra
que la señora Manuela de la Haza Barbieri, chilena nacida en Arica en 1880, y
casada con don Sebastián Moscoso, peruano proveniente de
Tacna, se fueron a vivir a la
oficina
salitrera Alianza (1899). En 1905, durante la fiesta, en el templo, la señora
Manuela
escucha una conversación entre una abuelita oriunda de la
Huayca y su nieta, referente al
origen de la imagen. En dicha conversación ella refiere
que había un matrimonio de
migrantes instalados en la Huayca. El esposo fallece, y la
viuda, antes de dejar la zona,
dona la imagen de la Virgen al templo y pide a cambio
“misas de sufragios” para su
difunto
marido.
Relato B: Ligado a donación de
dueños de salitreras
Se
cuenta que fueron los dueños de una oficina salitrera quienes mandan a adquirir
una imagen de la Virgen del Carmen para el nuevo templo. Esta
adquisición se hace en los talleres de Génova, Italia, de donde
provendrá otra imagen, la de San José, que tiene indicación de su procedencia
y año (1889).
Relato C: Ligado a la familia
Guagama
Fue la
familia Guagama, oriundos de Pica y con propiedades en la zona de la Huayca y
La Tirana, quienes encargan la imagen de la Virgen para el
templo. La imagen llegó al puerto de Iquique, de donde fue traída en carreta hasta el
santuario.
Al parecer es posible afirmar
que la imagen grande venerada fue una donación al templo a
fines
del siglo XIX o comienzo del siglo XX.
De todas formas, la imagen constituye una talle
de alta calidad artística y de facturación europea. Muy
posiblemente la talla tenga su
origen en talleres italianos. El dato de la imagen de San
José, también talle en madera,
puede
ser un antecedente importante para ubicar un posible origen de la imagen.
La
imagen de la Virgen, como conjunto
escultórico con San Simón Stock, fue colocada en
el
altar lateral del transepto occidental del templo donde permanece hasta la
actualidad.
La imagen
de San Simón, sufrió en el tiempo importantes daños, lo que obligó a ser retirada
a fines de la década del ochenta. Esta imagen recibió en la vocablo popular la denominación del “leñador” creándose
un relato que
habría este leñador,
el que descubrió a la imagen al
cortar un tamarugo. Por otra parte, la imagen grande también fue llamada la imagen “piedra” al crearse el mito que
estaba hecha de piedra y que no era posible su movimiento del lugar
donde estaba ubicada.
En el
proyecto de ampliaciones y restauraciones de imágenes, la imagen de San Simón
Stock fue restaurada, para ser ubicada a los pies de la
Virgen en un pedestal ad hoc, y
ubicado ante de la bajada a la puerta de la capilla de la
promesa. Esto aún permanece
pendiente.
La imagen
desde su instalación en el santuario ha salido en tres ocasiones hacia otros lugares. Estas han sido:
1968:
Peregrinación a Iquique. Al parecer ligado a la declaración de la Virgen como
Madre de Chile, en Maipú del episcopado chileno.
1991:
Peregrinación por las ciudades del Norte Grande ante la suspensión de la fiesta
por el
brote del cólera.
1999 y 2000: Peregrinación por las ciudades y pueblos del
Norte Grande con ocasión del gran Jubileo (Diciembre 1999: Iquique,
Pica, Matilla, Pozo Almonte, Tarapacá, Iquique) Mayo 2000: Arica, Putre.
Agosto 20o0: Tocopilla, Antofagasta, Taltal.
2018:
Bajada de la imagen par la Misa de coronación pontificia (18 enero 2018)
Esta imagen venerada fue coronada por el Papa Francisco en su visita a Chile en enero de 2018. Para dicha ocasión de mandaron a confeccionar las coronas a la ciudad del Cusco, Perú. Están hechas en plata con un baño de oro.
Imagen venerada en altar
lateral
Imagen venerada (Grande)
Momento de la coronación de
la imagen por parte del Papa Francisco. Sector Playa Lobito, Iquique. 18 enero
2018
B. Simbología de los colores
del Carmen
Los
colores tradicionales del Carmelo han tenido también una variación en el traje
de la imagen de la Virgen. Siguiendo un modelo más oriental, la
imagen de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, lucía un manto celeste
estrellado y un ropaje rojo, ligado a la simbología del cielo y
a la caridad sublime de
ella. En el ambiente más
occidental, la imagen recibió los mismos colores del
ropaje de las carmelitas descalzas
renovadas por Santa Teresa de Ávila: Ropaje y escapulario
café (marrón) y capa blanca. La
insistencia del significado espiritual del hábito
carmelitano se encuentra en los escritos de
Santa Teresa y Fray Juan de la Cruz, quienes distinguen
estos colores características y
formas
de llevarlo virtudes cristianas. Aplicadas a la imagen de la Virgen, podemos
resumir
del
siguiente modo:
Hábito café o marrón:
El
café marrón es el color propio de la
tierra, que evoca la condición humana a partir del barro que hemos sido
creados. El ser humano posee una condición creatural. La Virgen es una creatura de Dios
marcada por su Gracia. Ella es la máxima
transformación del barro liberado del pecado. Es el color de la humildad, de
quien se
reconoce creatura, hijo, hija dependiente totalmente del Dios que es Padre.
Capa blanca:
Fray
recuerda que para avanzar por el camino creyente es necesario llevar
como protección la capa de fe. El color blanco en la capa
representa la fe en Cristo con la
cual hemos sido revestidos. La fe nos acompaña a lo largo
de la vida en nuestra peregrinación hacia el cielo.
María, es la mujer creyente que totalmente revestida de la fe, cree y confía en
Dios sin límites.
Corona:
La
Virgen ha triunfado en su peregrinación creyente, y recibe de parte de la
Trinidad, la corona de la Gloria. Después de experimentar
el dolor a los pies de la cruz con
su Hijo, ella ahora es coronada por la victoria de la fe
en Cristo. Esa es también la
esperanza cristiana: al concluir el “valle de lágrimas” el
camino de cruz y corona de
espinas
por tantas situaciones de la vida, recibir la corona de la vida eterna junto a
Dios.
Escapulario:
La
Virgen en su aparición a San Simón Stock, le entrega el escapulario, e
indica que quien lo lleve será rescatado por ella del
purgatorio. El escapulario era
originalmente una
especie de delantal que servía para las faenas diarias. Una renovada
comprensión del escapulario es la invitación de la Virgen
a andar permanentemente
vestido con la espiritualidad de los colores del Carmelo,
con un modo de ser creatura, que
se reconoce hijo (a), totalmente
dependiente de Dios,
que vive confiado
en su
misericordia y que busca vivir la vida diaria en el
permanente ejercicio de la fe, la
esperanza
y la caridad.
Detalle del mural de la
capilla de los difuntos. Santuario del Carmen de La Tirana.
C. Transformaciones de las vestimentas
La
principal imaginería religiosa del Norte Grande tiene su procedencia de los
diversos talleres del
Cusco, que fue hacia el siglo XVIII, el gran
proveedor de ellas para la zona. En su gran mayoría fueron imágenes de vestir, con las
técnicas de la tela encolada y la
policromía
para las partes visibles del cuerpo. En
el santuario, la mayoría de las imágenes antiguas han sido de vestir.
Así tenemos:
a) Imagen pequeña de la Virgen del Carmen
“representante”: De vestir
b)
Imagen de Cristo crucificado: vestimenta
“unko” (faldón) y estola͘
c) Imagen de San José: De Vestir
d) Imagen de Jesús Nazareno: De vestir.
Y las
más modernas están en el mismo estilo:
e) Imagen de Santa Rosa de Lima: De vestir
f) Imagen de San Martín de Porres: De vestir.
g) Imagen de San Lorenzo: De vestir.
h) Imagen de San Pedro: De vestir.
La
vestimenta de la imagen del Carmen en La Tirana ha tenido algunos momentos importantes ligados a momentos históricos. Esto lo podemos
resumir de la siguiente forma:
1. Instalación de banda tricolor: Está
ligado al proceso de chilenización de la zona (1910-1920)
donde se crearon las “ligas patrióticas” que buscaban expulsar a los residentes
que mantuvieron su nacionalidad peruana después de la
Guerra del Pacífico. El Estado chileno inició un proceso de dominación política
y cultural del territorio a través de las fuerzas de orden, la escuela y el
servicio militar.
En la
zona se prohibió las fiestas de la independencia del Perú (28 de julio) y se
instaló el uso de la canción nacional de Chile en las festividades religiosas
con el izamiento de la bandera, así como también los himnos marciales unidos a
las procesiones de los santos. En este contexto, se colocó
sobre el pecho de las imágenes veneradas de la Virgen en
el santuario la banda tricolor, a modo de banda presidencial. La cual se usa de esa
forma hasta la actualidad. Junto a ello, se colocaron banderas chilenas en la anda
procesional y también cintas tricolor en los estandartes de los Bailes
Religiosos y también
banderas a modo de escoltas del estandarte.
2. Guirnalda de flores: Sobre la imagen de la Virgen
tallada (grande) se colocaron a modode
coronas, guirnalda de flores. Existía una razón práctica: as coronas que poseía
la imagen de la Virgen eran muy pequeñas para el tamaño de la
nueva imagen. En la década del setenta parecieron diademas sobre su cabeza,
además de las coronas más tradicionales.
3. Pérdida de los colores tradicionales del hábito del Carmen: Hacia
fines de los añoscincuenta
comienza el último período del cierre de oficinas por la crisis salitrera gestada al término de la primera guerra mundial con la
invención en Alemania del salitre sintético. Esto trajo consigo una migración masiva
desde la pampa hacia las ciudades del Norte Grande y la capital. Con ello, también
comenzaron una serie de nuevas
influencias sobre los Bailes Religiosos y la casi total desconexión de éstos
con l Iglesia jerárquica. De esta forma el pueblo creyente y devoto de la Virgen, quedó l margen de cualquier proceso formativo. Con la influencia de nuevas costumbres, las imágenes fueron cambiando sus colores por distintos tipos de colores. Esto trajo también, especialmente en las imágenes de los Bailes Religiosos, que aparecieran no sólo cambios en los colores, sino también en los modos de vestir y de arreglar el pelo y los colores del rostro. Apareció la aplicación de maquillajes, etc. La recuperación de los colores del hábito carmelitano de la Virgen (café y blanco o crema) fue un proceso complejo donde fe clave el modelo de vestimenta de la imagen venerada del santuario, la cual también había experimentado cambios en sus colores a partir de los regalos de os peregrinos; y sin ningún proceso crítico por parte del Cuerpo de Centinelas y camareras de la Virgen, como de los rectores de la época. Fue con el apoyo de la Federación de BBRR, procesos de catequesis por parte del santuario que se retomó los colores carmelitanos. En este sentido desde hace ya unos 15 años que los colores tradicionales de la Virgen se recuperaron totalmente.
4. Revalorización del escapulario: En la década del setenta y ochenta muchos de lossignos tradicionales como el escapulario perdieron valor significativo en la Iglesia, especialmente en el clero. Esto trajo que se perdiera el valor del escapulario como singo de promesa de la Virgen, y sin renovar a luz de la nueva pastoral su significado. Esto hizo que se fuera perdiendo su valor en medio de los peregrinos, bajando ostensiblemente su uso entre los devotos. Sólo en la década del 2010-2015 se iniciaron una serie de catequesis por parte del santuario para revalorar el escapulario, su uso con una significación más acorde a los nuevos tiempos.
Conjunto escultórico de la
imagen venerada.
D. Custodios de las imágenes
veneradas
Las
imágenes veneradas del santuario, especialmente de la Virgen, han contado a lo
largo de la historia con diversas formas de custodia y cuidados.
Podemos resumir estas en la siguiente numeración histórica:
a. Fábrica y mayordomos: La fábrica constituía un grupo de
personas a cargo del templo
y la
organización de sus fiestas; mientras que la “mayordomía” era la forma
específica del cuidado de una imagen en particular. Actualmente este
cargo aún existe un muchos templos de la pre cordillera. La imagen de la
Virgen conto con mayordomías hasta la segunda mitad del siglo XIX.
En la
medida que la fiesta experimenta crecimiento la mayordomía dará paso a una forma
colectiva de cuidado de la imagen, repartida entre el cuidado del templo y la
imagen (Cuerpo de centinelas y camareras) y cuidado de la imagen en los
traslados procesionales
(Baile de Chunchos y Baile Chino)
b. Cuerpo de centinelas y camareras de la Virgen: Surge
hacia fines del siglo XIX,comienzos del iglo XX, a partir de un grupo de
pescadores del sector de la caleta de pescadores del Colorado de la ciudad de Iquique. Estos
comienzan a hacerse cargo de los cuidados del templo el día de la fiesta, de vestir la
imagen, instalarla en el anda, como
también toda la “faena” de la baja y subida de la imagen con las cintas. La organización de este grupo es progresiva, destacándose
desde el comienzo un “jefe”
que lidera al grupo, donde todos se
encuentran emparentados͘ En el transcurso del siglo, irán lentamente tomando la forma de una
hermandad, abriéndose a integrantes no familiares, sumiendo una normativa de
reglamentos, donde la cabeza recibe el título de Centinela Mayor. Actualmente esta
hermandad es responsable del cuidado de todas las imágenes del santuario durante los
días de fiesta; e incluso sus cuidados durante el año. Así también son responsables de
todos los traslados de las imágenes veneradas. Es interesante destacar, que durante
la gran peregrinación de la imagen grande del santuario por las diversas ciudades y
poblados del Norte Grande, los centinelas fueron
los responsables del
cuidado de todos
sus traslados e instalaciones, revisando reviamente todos los detalles de
su instalación, así como también
sus dos traslados a embarcaciones (Iquique, Antofagasta).
Las principales funciones del Cuerpo de centinelas y
camareras reconocidas por los estatutos
del
santuario son:
1. Responsables del templo durante los días de
fiesta.
2. Responsabilidad en el cuidado de las imágenes.
3. Vestimenta de las imágenes
4. Responsabilidad sobre las vestimentas y joyas
de las imágenes.
5.
Responsables de las faenas de la “bajada” y
“subida” de la imagen͘
6. Organización de las filas de peregrinos para
la veneración de la imagen
7. Custodia permanente de la imagen los días de la fiesta y otros días especiales del año.
8. Arreglo de las andas procesionales.
9. Dirección de las procesiones los días de
fiesta.
Grupo de centinelas en los días de fiesta. Década del setenta.
Camareras en la custodia de
la imagen venerada durante los días de la fiesta grande..
c. Bailes
Custodios: El Baile Chino fundado en el poblado de Paposo (1904)
constituyó un Baile
Religioso de personas chilenas con un tipo de danza propia de la zona norte de
Chile. Con el proceso de chilenización, este Baile Religioso, heredó los cuidados de
la imagen en
la procesión que
realizaba el Baile
de Chunchos. Actualmente
el Baile Chino cumple con una serie de rituales en torno los traslados de la imagen de la Virgen:
d.
1. Canto para saludar a la imagen antes de la
salida en procesión
2. Acompañamiento con danza e instrumentos al
inicio de la procesión.
3. Resguardo de la imagen durante la procesión.
4. Ingreso de la imagen al templo con danza e
instrumentos
5. Cantos de saludo al término de la procesión.
Imagen pequeña con la custodia de Chunchos. Foto aproximada de 1895
Saludo del Baile chino a la imagen en el interior del templo
e. Comunidad custodia del santuario: Es la
forma renovada de lo que fue la fábrica de la
Iglesia.
Es el grupo organizado de creyentes, que mayoritariamente viven en el poblado
y que constituyen la comunidad pastoral del templo. Ellos junto al Rector tienen
la responsabilidad del cuidado del templo y de las imágenes. Estas funciones la ejercen
de diversos modos.
Actualmente es una comunidad principalmente integrada por adultos mayores, con
escasa capacidad de renovación etaria.
Septiembre, 2019
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